Resumen: Las Aventuras De Tom Sawyer (Mark Twain)


Tom Sawyer 
La obra nos cuenta la historia de Thomas Sawyer, un chico huérfano que vive al cuidado de su tía Polly en St. Petersburg, un apacible pueblecito a orillas del río Misisipi, en los Estados Unidos. Lleva una vida más o menos tranquila en medio de colosales travesuras, siendo constantemente víctima de algunos abusos por parte de su hermanastro Sid, que lo culpa a veces de sus acciones. Pero el chico es muy astuto y sagaz, y siempre se las arregla para salir de cualquier apuro.

Un día, Tom ve por primera vez a la hija del nuevo juez del Condado: Rebecca Thatcher (Becky), y se enamora perdidamente de ella. Después de pensarlo, hace amistad con ella y le declara su amor. Becky también se siente atraída por él, pero cuando se hacen novios oficialmente, Tom comete el error de mencionar a la que era antes su novia (Amy Lawrence), provocando el enfado de Becky y que los dos estén distanciados.


Tom es invitado por Huck Finn al cementerio a medianoche para probar un método para quitar las verrugas. Entonces, estando ahí, presencian cómo el doctor Robinson viene con otros dos hombres para robar un cadáver. Los que le acompañan son un amable y buen borracho llamado Muff Potter, y el indio Joe, un mestizo de carácter malicioso y calculador. El doctor Robinson discute con este último y lo derriba, Potter sale en su defensa y también es derribado por el doctor. El indio Joe, que se había recuperado, coge la navaja de Potter y mata al doctor. Cuando Muff despierta, el indio le dice que él fue quien mató al doctor, y así Muff Potter es acusado y llevado a juicio.

Tom y Huckleberry le temen al indio Joe, y por eso pasan mucho tiempo sin decir nada de lo que vieron. Esta angustia, sumada al desdén de Becky, hacen que Tom se decida, así que un día se escapa del pueblo en una barca río abajo con sus amigos Huckleberry Finn y Joe Harper, que también querían escapar de todos los malos tratos que les causaban los adultos. Se quedan muchos días en una isla, libres de todos, jugando y charlando, mientras en el pueblo todos sufren porque creen que los tres se habían ahogado y habían muerto. Al saberlo los chicos, deciden regresar porque extrañan mucho sus vidas en el pueblo, y hacen una entrada espectacular cuando se celebraba su propio funeral, dejando a todos anonadados y contentos.

Debido a que ahora es tratado como un héroe entre los chicos, decide despreciar a Becky Thatcher tal como ella lo hizo con él, y luego comienza a sacarle celos con su ex novia Amy Lawrence. Sin embargo, él es quien se siente celoso cuando ve a Becky conversando muy animada con un chico llamado Alfred Temple. Éste, al darse cuenta de que Becky lo había usado para poner celoso a Tom, ensucia un libro del maestro para echarle la culpa a él, Becky lo ve, pero no dice nada para vengarse de Tom por hacerla sufrir. Al día siguiente, al encontrarse sola en el salón de clases, Becky mira el libro que el maestro guardaba en secreto, y lo rasga al darse cuenta de que Tom la había visto. 

Becky se siente mal viendo a Tom recibir el castigo por lo que hizo Alfred, pero no dice nada a favor suyo. Sin embargo, cuando el maestro descubre que alguien había rasgado su libro, rastrea la verdad hasta llegar a Becky, que estaba aterrorizada. Viendo esto, Tom no puede contenerse, siente deseos de salvarla a toda costa y dice que él lo hizo. Así, Becky lo perdona y continúan siendo novios, amándose más que antes.

Pasan las vacaciones, que para Tom resultan las peores, ya que Becky se había ido a su casa de Constantinopla y él se había quedado solo y sin nada que le interesase. Pero pronto todo el pueblo es sacudido por el juicio por asesinato de Muff Potter, con la declaración del indio Joe, que afirma que Muff fue el que cometió el crimen, contando la historia alreves, dice que fue él quien se desmayó y que Potter cometió el crimen. Sin embargo, Tom tiene un arranque de valentía y testifica, termina contando todo y diciendo "Cuando Muff Potter cayó al suelo, el indio Joe tomó la navaja y..." El indio huye por la ventana.

Sin preocuparse de esto, Tom y Huckleberry van a una casa abandonada para buscar un tesoro, y escondidos ahí, ven que el indio Joe y otro hombre entran a guardar ahí su dinero. Sin embargo, al cavar, los hombres encuentran un gran cofre con muchísimo dinero dentro, pero no lo dejan ahí, sino que se lo llevan a enterrarlo al escondite número 2 debajo de una cruz. Al irse ellos con el cofre, Tom y Huck salen de su escondite y regresan al pueblo planeando seguir a Joe y averiguar dónde había escondido el tesoro.

El juez Thatcher regresa con su familia al pueblo, y el sábado se celebra el día de campo de Becky, que invitó a todo el mundo a comer y jugar. Luego, todos van a explorar la gran cueva, que era una gran cueva llena de laberintos y pasajes interminables que atraía mucho la atención de la gente.

Mientras tanto, Huck Finn oye casualmente al indio Joe hablando con su compañero de asesinar a la buena y gentil viuda Douglas, pero Huck consigue ayuda y así le salva la vida. Al día siguiente, todos se dan cuenta de que Becky y Tom no han regresado al pueblo, y van inmediatamente a buscarlos. Tom y Becky se habían perdido en medio de las miles de galerías de la cueva, y caminan durante días sin encontrar ninguna salida. En una de sus exploraciones, guiados por un hilo de cometa, al asomarse al extremo de una galería Tom ve a alguien con una vela en la mano: ¡es el indio Joe!, quien por suerte desaparece.

Después de algún tiempo, Becky no tiene fuerzas ni ánimos para seguir adelante, así que Tom se va a explorar con la cuerda, prometiendo salvarla y salir de ahí. Y al acabarse la cuerda, Tom encuentra una pequeñísima ventanita en una roca: la salida de la cueva, que los salva en último extremo.

Una semana después de que Tom y ella vuelvan al pueblo, Tom se entera de que el juez Thatcher había mandado cerrar la caverna con una puerta de hierro, y Tom, desesperado, cuenta que el indio Joe estaba dentro de la caverna.

Todos acuden ahí, y lo encuentran muerto junto a la reja. Había intentado horadar la puerta con su cuchillo, no para salir de ahí, sino para no sentir pasar el tiempo y no desesperarse. Se había comido las velas que dejaban los turistas en la cueva y algunos murciélagos que había logrado cazar. Finalmente, había muerto de hambre y desesperación.

El lugar donde murió el indio Joe se convierte en una atracción turística, y después del entierro, Tom le habla a Huckleberry Finn del tesoro del indio, diciendo que pensaba que estaba escondido dentro de la caverna. Los dos van río abajo a la cueva, entran por un atajo que Tom conocía, y descubren una cruz pintada en una roca. Excavan debajo y desentierran el tesoro: más de doce mil dólares, con los que Tom y Huck se hacen ricos.

El juez Thatcher felicita a Tom por su valentía y se enorgullece de él, y piensa en convertirlo en un gran abogado, mientras que Huckleberry Finn es adoptado por la viuda Douglas que piensa también hacerle un hombre de provecho. Pero a Huck no le gusta para nada esa vida, no soporta ser mimado, la ropa y el levantarse temprano, y extraña sus antiguas costumbres y juegos. Así que escapa del hogar de la viuda, volviendo a sus antiguas costumbres. 

Todo el mundo lo busca y es Tom Sawyer quien le encuentra. En una de los mejores diálogos de la novela, Huck le explica a Tom como ser rico no era lo que el imaginaba y como el dinero en vez de alegrarle la vida, se la hizo miserable. Es por ello que Huck le dice a Tom que tome su parte del dinero y solo le de unos centavos de vez en cuando, porque tampoco le gusta mucho eso de recibir dinero sin trabajar por él como sucede ahora que reciben intereses. 

Tom escucha pacientemente y de forma astuta le dice a Huck que si él no se acostumbra a vivir de forma civilizada, no podrá invitarlo a ser parte de su grupo de Bandidos... "la banda de Tom Sawyer" porque los bandidos son gente de alta alcurnia. Esto hace que Huck lo piense y decida intentar nuevamente la vida civilizada porque más que nada en el mundo quiere ser parte del grupo de su amigo Tom.

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