Volumen I: Fantine
En este volumen se entrelazan los destinos de Fantine y Jean
Valjean.
El libro se abre con el retrato largo y detallado del obispo
Myriel, el obispo de Digne, donde vive modestamente con su hermana Baptistine y
de una criada, la señora Magloire.
El religioso vive de sólo lo que es necesario y distribuye
el resto de sus ahorros para los pobres, siempre muestra un gran amor, deja la
puerta abierta y confraterniza con aquellos a quienes la sociedad rechaza.
Su destino se cruza con el personaje central de la obra:
Jean Valjean.
La acción comienza en 1815 con la llegada de Jean Valjean,
el personaje principal de la obra, después de una sentencia de diecinueve años
de prisión: víctima de un trágico destino, originalmente sentenciado a cinco
años de prisión por robar pan para alimentar a su familia, ve ampliada su
sentencia después de varios intentos de fuga.
Su pasado como convicto lo abruma y en cada ciudad que pasa,
escucha la negativa por ser un ex convicto con un pasaporte amarillo,
universalmente rechazado; y sólo el obispo Myriel le abre la puerta para
ofrecerle alimento y refugio.
Jean Valjean, muestra un odio-amor y
resentimiento con la sociedad, y un poco consciente de sus actos, le roba plata
del obispo y huye por la ventana. Cuando es detenido y llevado por la policía
ante el obispo Myriel, éste dice que lo perdona y le ofrece la plata, lo que
ahorra el delito de convicción.
Perdido en sus pensamientos, Valjean roba unos 40 sueldos de
un saboyano llamado Petit Gervais cubriéndolo con su pie. El sufrimiento de
remordimiento, incapaz de alcanzar a Petit Gervais, se vuelve consciente de sí
mismo y en una epifanía, decide cumplir su promesa al obispo Bienvenue.
Cambiando a este otro episodio en los Alpes, Jean Valjean reaparece en el otro
extremo de Francia, bajo el nombre de M. Madeleine y realiza su autorescate:
enriquecido honestamente, se convierte en el benefactor de la ciudad de
Montreuil-sur-Mer, y es nombrado alcalde.
Simétricamente a la ascensión de Jean Valjean, su redención
puede decirse, somos testigos de la caída de Fantine; la criada y madre que
para alimentar a su única hija Cosette a quien deja a cuidar, queda poco a poco
en la decadencia, hasta llegar a la prostitución y la muerte. Este volumen es
una oportunidad para presentar a los personajes que siguen a Jean Valjean desde
el principio hasta el final de sus aventuras.
La señora Thenardier es una falta de honradez y pura maldad.
Sin embargo, también son padres de Gavroche, cuyo heroísmo se ilustra más
adelante.
Javert, quien interpreta a la justicia, implacable y rígido,
ha puesto todas sus energías en la ley, su religión. ¿Podemos creer Valjean se
salvó como Magdalena y logró reintegrarse en la sociedad? Víctor Hugo no lo
quiere. Para él, la honestidad es un compromiso.
En virtud de una larga noche de vacilación, será compromiso
de Madeleine rescatar a un pobre diablo, Champmathieu, erróneamente reconocidos
como Jean Valjean, condenado en su lugar. Todos los beneficios de su nueva
posición ayudan al señor Madeleine, según Víctor Hugo, la injusticia sólo se
hace para Champmathieu. Jean Valjean escapa a la justicia, sin embargo, regresó
clandestinamente a cumplir con una última promesa a Fantine que ayudó en el
momento de su muerte: ahora se propone salvar a Cosette, esclava de los residentes
descontentos de Thénardier.
Volumen II: Cosette
Durante la batalla de Waterloo, Valjean ha decidido fingir
su muerte y poder escapar. Saca toda su fortuna de un banco y la esconde en un
bosque cercano a Montfermeil, después, va a la posada de los Thérnardier en
busca de Cosette. Descubriendo como tratan a la hija de la difunta Fantine,
Valjean decide llevársela y adoptarla como su hija. Viven en los barrios
parisinos más pobres hasta que son aceptados en un convento. Observan como
visten los habitantes del lugar, qué horarios tienen y cuáles son sus
actividades diarias.
Volumen III: Marius
Por otro lado, Gavroche es un muchacho digno de ejemplo, ya
que, aunque ha pasado por situaciones de hambre y pobreza, es gentil, generoso
y con ideas revolucionarias. Y también es un hijo abandonado de los malvados
Thénardier, los posaderos. Y Guillenormand es un señor de 90 años cuya hija se
casó con un coronel que es dado por muerto en la batalla de Waterloo y que ha
dejando a su mujer y a su Marius, un joven con una visión totalmente diferente
a de su abuelo y que quiere pertenecer a grupos revolucionarios.
Todo cambia
cuando se entera que su padre no está muerto, sino que está viviendo en
Normandía y que prefirió renunciar a verlo, para que éste no perdiera una
herencia. Cuando se puede reencontrar con su padre, es demasiado tarde: está
muerto y solo le pide que se mantenga fuerte en sus convicciones y que no
renuncie a lo que él quiera.
Volumen IV:
El idilio de la calle Plumet y la epopeya de la
calle Saint-Denis
Jean Valjean se marcha del convento para no privar a
Cossette de las libertades del mundo exterior y alquilan una pequeña casa. Un
día, Marius ve a Cossette y se enamora perdidamente de ella. Ella, como buena
señorita de la época, se intimida. Cuando el joven habla con su abuelo del
tema, éste se burla y le aconseja que la considere su amante, no su futura
mujer.
Volumen V: Jean Valjean
El pueblo se levanta contra el general Jean Maximilien
Lamarque y todos luchan por la revolución. Valjean rescata a Marius de unas
graves heridas y lo lleva a casa de su abuelo. Le perdona la vida a Javert y
éste le confiesa que lo ha estado persiguiendo y que no le fue sincero cuando
lo prometió. Por otro lado, Marius no quiere que Jean Valjean siga visitando a
Cossette, pues éste ya le había dicho que no era su verdadero padre, y deciden
que las visitas serán cada vez más esporádicas con tal de que, con el tiempo,
deje de verla.
La historia acaba un día en el que Cosette y Marius visitan
a Valjean y lo encuentran en su lecho de muerte. Éste los abraza,
considerándolos sus hijos y muere abrazado a ellos, feliz.
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