En Orgullo y prejudicio, Jane Austen se ocupa de una
realidad común en Inglaterra a principios del siglo XIX: las mujeres que no son
ricas tienen que casarse bien. Y con "bien" queremos decir "con
un hombre rico", de modo que cualquier tipo de una buena familia con un
ingreso grande y constante cumple los requisitos para la Caza Matrimonial.
¿Hombres ricos pero no inteligentes, no guapos y aburridos? A la Sra. Bennet no
le importa. Pues, ella tiene cinco hijas a quienes les hace falta una fortuna.
Cuando un cierto (rico) Sr. Bingley se traslada a su vecindario y se interesa
por su hija mayor, Jane, la Sra. Bennet se pone muy contenta y le hace de
cupido, lo cual crea una situación muy incómoda para su familia y los
espectadores inocentes.
Sin embargo, no es nada fácil. Mientras que el Sr. Bingley
es relajado y amable, sus hermanas son esnobs maliciosas cuya actitud es
fomentada por el Sr. Darcy. Él es guapo, rico y un amigo íntimo del Sr. Bingly
y es insufriblemente orgulloso y altivo. Los Bennet están por debajo a su
estatus social, pues el Sr. Darcy se comporta de forma desagradable que
corresponde a dicha diferencia de estatus y es particularmente malo con
Elizabeth, la hermana menor de Jane. Cuando el Sr. Bingley sugiere que el Sr.
Darcy la saque a bailar, el Sr. Darcy responde que no es lo suficientemente
hermosa. Los dos hombres tienen esta conversación, por accidente, donde
Elizabeth puede oírlos. Ay.
Todo el mundo sabe que el Sr. Bingley se ha enamorado de
Jane. El temperamento calmo de Jane oculta sus sentimientos verdaderos. (Ella
lo quiere también.) Elizabeth charla con su amiga Charlotte Lucas sobre la
situación. Ella le dice que tiene que demostrar un poco de cariño para no
arriesgar perder al Sr. Bingley. Mientras tanto, el Sr. Darcy ha terminado de
difamar a Elizabeth y empieza a sentir atracción hacia ella. Algo tienen sus
"ojos finos".
De todos modos, las hermanas del Sr. Bingley invitan a comer
a Jane, quien (según las recomendaciones de su madre) va a caballo a la mansión
de los Bigley en la lluvia, se empapa, se enferma y tiene que quedarse en la
casa de los Bingley. Elizabeth llega para cuidar a su hermana y para participar
en intercambios ingeniosos con el Sr. Darcy. Estupefacto por su atracción,
sigue mirándola fijamente, pero ella supone que es un idiota que trata de
juzgarla.
En Longbourn (la casa de los Bennet), el Sr. Collins viene a
visitar. Como él es el pariente más cercano del Sr. Bennet, el Sr. Collins
heredará la quinta después de que el Sr. Bennet muera. El Sr. Collins ha
decidido que sería bueno casarse con una de las chicas Bennet para conservar su
casa. Parece que Elizabeth le gusta más pero él es, a propósito, un idiota que
idolatra a su jefa, Lady Catherine. Es evidente que Elizabeth lo encuentra
repugnante.
En cuanto a las hijas Bennet más jóvenes, ha llegado la
milicia y están listas para lanzarse a cualquier oficial que venga por sus
partes. Conocen a un encantador joven que se llama Sr. Wickham, quien hace
amigos con Elizabeth rápidamente. El Sr. Wickham le cuenta a Elizabeth su
triste historia, durante la cual le dice que todas las oportunidades de su vida
fueron destruidas por el Sr. Darcy, y la convence de que el Sr. Darcy es el Mal
Encarnado. Elizabeth cree todo lo que le dice el Sr. Wickham y se entera
también de que Lady Catherine (la jefa del Sr. Collins) es la tía del Sr.
Darcy.
Al día siguiente, todas las chicas Bennet reciben una
invitación a un baile en Netherfield, la mansión del Sr. Bingley. Elizabeth se
emociona por la oportunidad de bailar con Wickham y también por ver una
confrontación entre el Sr. Darcy y el Sr. Wickham. El Sr. Wickham no asiste al
baile pero el Sr. Darcy le pide un baile. El Sr. Collins se lo pide también
pero su estilo de bailar es grotesco y hasta penoso. El resto de su familia le
da vergüenza también: La Sra. Bennet dice que el Sr. Bingley probablemente
pedirá la mano de Jane y Mary demuestra su falta de talento musical. Lydia y Kitty
coquetean cursimente con los soldados.
A la siguiente mañana, el Sr. Collins pide la mano de
Elizabeth pero ella tiene que casi golpearlo en la cabeza para que entienda su
rechazo. No nos compadecemos mucho del Sr. Collins porque Charlotte Lucas, la
amiga de Elizabeth, finge ser su amiga pero en verdad está buscando un esposo
para sí misma. El Sr. Collins le pide su mano y ella acepta. Elizabeth queda
estupefacta cuando se entera de su noviazgo. No puede creer que la prudencia de
Charlotte le permitiría casarse con un hombre tan ridículo. Sin embargo,
Charlotte le explica que es una soltera que no tiene perspectiva y preferiría
tener su propia casa en vez de vivir con sus padres para siempre. Básicamente,
a buena hambre no hay pan duro.
Una carta llega para Jane. Es de la Srta. Bingly y le dice
que el grupo Bingley ha salido para Londres. La Srta. Bingly implica también
que el Sr. Bingley está enamorado de la hermana del Sr. Darcy. Jane queda
destrozada pero va a Londres con sus tíos, esperando conquistar al Sr. Bingley
de nuevo.
Elizabeth va de viaje también para visitar a Charlotte, la
recién casada. Parece contenta. Durante su visita, Elizabeth recibe una
invitación para comer en Rosings Park, la quinta de Lady Catherine. Mientras
está allí, Lady Catherine la interroga pero Elizabeth la maneja bien. Se entera
de que el Sr. Darcy va a visitar pronto.
Al llegar el Sr. Darcy, él y Elizabeth tiene otro
intercambio ingenioso en el comedor de Rosings Park. Él visita la casa de
Charlotte a menudo, lo cual confunde a todos porque no dice nada, no parece que
esté pasándola bien y nunca se queda más de diez minutos.
Mientras tanto, Elizabeth se entera de que el Sr. Bingley
iba a pedir la mano de Jane pero el Sr. Darcy intervino. Por supuesto, su odio
hacia el Sr. Darcy aumenta. Pero ese es el momento que el Sr. Darcy escoge para
pedirle la mano.
Durante la propuesta, hay algunos comentarios como "Soy
superior a ti" entre los de "Te quiero", lo cual no le gusta a
Elizabeth. Ella lo rechaza y lo reprende. Dice que no es caballero y cita la
historia del Sr. Wickham y el corazón partido de Jane como las razones
principales de su ira.
El día siguiente, el Sr. Darcy le da una carta a Elizabeth y
le pide que la lea. Contiene la historia completa sobre Wickham (es mentiroso,
un jugador e intentó fugarse con la hermana menor de Darcy) y sobre Jane (el
Sr. Darcy estaba seguro de que Jane no quería a Bingley pues intentó salvar a
su amigo de una mujer que sólo quería su riqueza). Elizabeth tiene una gran
transformación emocional y se arrepiente de sus acciones precipitadas.
Una vez vuelta a casa, Lydia, la hija menor, es invitada a
ir con los oficiales a su próxima estación en Brighton. Elizabeth está en
contra de este plan pero el Sr. Bennet deja que Lydia se vaya.
Los tíos de Elizabeth le piden que los acompañe en un viaje
a Derbyshire, que es, a propósito, dónde vive el Sr. Darcy. Deciden visitar su
quinta, que se llama Pemberley. Elizabeth acepta sólo después de enterarse que
el Sr. Darcy no va a estar. Cuando llegan a la quinta, Elizabeth se impresiona
con su buen estilo y mantenimiento. La criada halaga a su jefe mucho.
Sorpresivamente, se tropiezan con el Sr. Darcy y se porta muy bien con los tíos
de Elizabeth, lo cual la sorprende mucho. Darcy le pide a Elizabeth que conozca
a su hermana, quien es muy amable pero muy tímida.
Antes de que podamos hacer las preparaciones para las bodas,
Elizabeth se entera de que Lydia se ha fugado con Wickham. Este escándalo
podría arruinar la familia pues el padre y el tío de Elizabeth tratan de
localizar a la pareja renegada. El tío de Elizabeth salva el día y devuelve a
los jóvenes novios sinvergüenzas. Cuando Lydia dice que Darcy estaba en su
boda, Elizabeth se da cuenta de que hay mucho más a esta historia y le escribe
a su tía para más información.
Cuando su tía responde, Elizabeth conoce la verdad completa:
Darcy era la persona que salvó la honra de la familia Bennet. Él localizó a los
novios y pagó los deudos enormes de Wickham y en cambio Wickham se casó con
Lydia. Cuando Darcy llega con Bingley para una visita en Longbourn, Elizabeth
procura hablar con él pero no tiene la oportunidad. Parece que Darcy ha hablado
con Bingley sobre Jane y todo está bien con eso. Bingley le pide la mano
eventualmente y ella acepta su proposición.
Luego, Lady Catherine visita a Longbourn y trata de decirle
a Elizabeth que rechace cualquier proposición de Darcy. Elizabeth se enoja –
¿por qué pretende esta mujer controlarla? – y básicamente le dice que se
esfume. Más tarde, Elizabeth y Darcy están paseando y dicen todo lo que hay que
decir: "Gracias por salvar a mi hermana de la ruina." "Lo hice por
ti." "¿Me odias todavía?" "No." "Te quiero."
Etc. Deciden casarse.
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